miércoles, 25 de febrero de 2015


La reforma del colegio Dolores Medio para reparar las cubiertas finalizará en abril
También alberga obreros, de nuevo, el centro Dolores Medio, de la calle La Luna, desde finales de 2014. Sus estudiantes se trasladaron ya el pasado curso al San Pedro de los Arcos para una primera reforma y regresarán, si no surge ningún inconveniente y la adversa climatología de este invierno lo permite, antes de que finalice el presente curso. Los trabajos de la segunda fase «llevan un ritmo adecuado» y estarán finalizados para mediados de abril, según ha informado la Consejería de Educación a las familias.
Los padres han mostrado su inquietud por regresar a sus verdaderas aulas en varias ocasiones, para evitar los traslados en autobús todas las mañanas. En noviembre reclamaron al Gobierno regional el inicio de la obras porque «queremos volver este curso 2014-2015 a nuestro colegio» y poco después arrancaron, a mediados de diciembre.
La empresa ECO S. L. (Entibaciones, Caminos y Obras) presentó la mejor oferta en la licitación (que salió a concurso por 212.487 euros más IVA) para la reparación de la cubierta, los forjados y la reforma de la instalación eléctrica del colegio público. Se comprometió a realizar los trabajos por 151.235 euros, más IVA, y un plazo de cuatro meses.
En estos dos primeros meses, los operarios han demolido la mayor parte de las zonas previstas. También han sustituido la parte de los elementos dañados y reforzado las estructuras. Posteriormente se ha avanzado por la restauración de los aleros y la fachada de ladrillo y la carpintería, y uno de los siguientes pasos será la demolición de la cubierta del bloque izquierdo.
Esta segunda fase completará una la primera donde la empresa Proviser Ibérica S. L. restauró el volumen, la configuración original del inmueble y reforzó tejados y cubierta, y ha sido diseñada por el arquitecto Miguel Capellá Blanco. Permitirá garantizar la seguridad en el colegio más antiguo de Oviedo, obra de Juan Miguel de la Guardia y cuya apertura se remonta a 1885.
El paso del tiempo hizo mella en el edificio, deteriorado por las continuas reformas a las que se vio sometido. Lejos de mejorarlo, supusieron un rápido empobrecimiento de los materiales. Entre estas, el cambio en la escalera central de madera por una lista de hormigón, un semisótano para comedor infantil, la renovación de algunos materiales y fundamentalmente, la ampliación de la cubierta para alojar en sus bajos la vivienda de un conserje.


No hay comentarios:

Publicar un comentario